"¡No te gastes los duros en chucherías!" decía tu madre(y una canción de La Cabra Mecánica), clavando su pupila en tu pupila, para que tú, inocente, cogieras y con un par te compraras guarreridas azucardas. Ese espíritu de rebeldía innanto se prolonga durante la edad adulta, como demuestra el caso de William Brevin, que después de que el juez del juicio al que asistía avisase de que aquel al que le sonara el nombre durante la vista iría a la sombra un ratico, él cogió y recibió una llamada, en modo Normal y todo. Como buen mártir fue llevado injustamente a prisión, pero Brevin no se arrepiente; hay quien dice que se llamó a sí mismo desde otro terminal para demostrar su rechazo a las ideas del magistrado.
http://es.finance.yahoo.com/news/A-c%C3%A1rcel-no-apagar-m%C3%B3vil-tecnoredes-1014562804.html?x=0
A veces hablar demasiado es un arma de doble filo.
ResponderEliminar